Ingredientes:
4 ó 5 berenjenos
1/2 kg de garbanzos cocidos y picados
1 taza de salsa de tomate natural
2 cebollas
1 hoja de laurel
2 dientes de ajo
1/2 taza de queso parmesano rallado
1/2 taza de aceite de oliva
Canela y azucar (opcional)
Para la bechamel:
1/2 taza de harina
2 tazas de leche
3 cucharadas de mantequilla
1/2 taza de queso parmesano rallado
Sal, oimienta y nuez moscada rallada al gusto.
Preparación:
Lavar,
limpiar y cortar las berenjenas en rodajas de 1 cm de grosor. Sumergir
en abundante agua con sal mientras se sigue con la preparación de la
musaka.
En una cacerola, calentar 1/2 taza de aceite y sofreir
la cebolla picada hasta que quede transparente. Añadir los garbanzos
picados y sofreir durante 10 minutos junto con la cebolla. Añadir la
salsa de tomate, el ajo picado, la hoja de laurel, sal y pimienta y
dejar hervir durante unos 45 minutos, a fuego lento.
Mientras tanto, preparar la bechamel: calentar la
leche. Derretir la mantequilla a fuego lento y, sin dejar de remover con
un batidor de varillas, verter la harina, dejándose que se dore durante
un par de segundos. Inmediatamente, añadir poco a poco la leche
caliente sin dejar de remover ni un momento. A fuego lento, y sin dejar
de remover, esperamos a que la mezcla se espese, sin que llegue a
hervir, y la retiraremos del fuego. Añadir el queso rallado y batir
hasta que quede bien mezclado. Reservar.
Escurrir las berenjenas, colocar a la plancha. En una
fuente de horno, rectangular, colocar una capa de berenjenas y sazonar
con sal y pimienta. Cubrir con la mezcla de garbanzo picado y extender
por encima el resto de las berenjenas, sazonando de nuevo con sal y
pimienta. Recubrir con la salsa bechamel y, por último, espolvorear por
encima el queso rallado. Cocinar a horno fuerte durante unos 30 minutos.
Dejar que se enfríe un poco y cortar en trozos cuadrados.
Sugerencia:
Servir con ensalada y pan. Como la receta es muy laboriosa, es
preferible preparar bastante cantidad y conservar en la nevera o en el
congelador, cortado en porciones que pueden calentarse en el horno o en
el microondas cuando vayan a ser consumidas.