Ingredientes:
Para 4 personas
200 gr. de pasta quebrada ( o pasta de hojaldre)
400 gr. de Calabaza de castilla
2 huevos
400 ml. de Leche evaporada
130 gr. de azucar mascabada
un cucharada de canela
una pizca de Jengibre
- Para decorar:
mermelada de chabacano
crema para batir
Avellanas
frambuesas, grosellas, moras
azucar
hojas de Menta
Preparación:
Estira la pasta quebrada o pasta de hojaldre y forra un molde redondo. Hornea la base hasta que se tueste, aproximadamente 15 minutos a 180-200ºC.
Pela la calabaza, retira las pepitas. Coge un buen trozo de papel de aluminio, coloca encima los trozos de calabaza. Cierra bien el papel por los cuatro extremos. Es muy importante que quede bien cerrado para evitar que salga el vapor. Introduce en el horno a 180-200ºC durante 10-15 minutos o hasta que se hinche el papel.
Pon en una jarra, la calabaza, los huevos, la leche, el Azúcar mascabado, la cucharada de Canela en polvo y el jengibre. Tritura con una batidora. Sirve la mezcla sobre el molde con la pasta quebrada horneada e introduce nuevamente en el horno a 180ºC, durante 30 minutos.
Desmolda y decora con la crema para batir, unas avellanas y una ramita de menta. Para acompañar, pon un poco de azucar en una sartén, agrega frambuesas, grosellas, moras y unas hojas de menta. Mantén al fuego hasta que el azúcar se derrita y sirve junto a la tarta. Consejo: Si lo preferís, en vez de cocinar la calabaza en el horno, también la podéis cocer. El resultado será prácticamente el mismo. Sólo tenéis que ponerla a cocer a fuego medio. No será necesario añadir mucho agua, porque la calabaza tiene bastante.